Por estos parajes se encontraba un gran bosque llamado Medulio que según la leyenda fue el último reducto de los celtas en época de la invasión romana.
Atravesamos la carretera siguiendo por una pista asfaltada hasta el lugar del Calvario, tres cruces de piedra nos lo sañalan.Proseguimos por una bajada de tierra , al final del camino enfilamos el viejo y olvidado puente de Orbenlle sobre el río Louro.
El puente de Orbelle se conservan las dovelas de su único arco, de sillares regulares que demuestra la importancia que tuvo y que data su construcción de la época romana.
Cruzamos el gran poligono de Porriño, el segundo en importancia de Galicia. Este tramo es el peor del camino, es agresivo.
Entramos en Porriño por la vieja y estrecha calle de San Sebastián. Seguimos por el paseo de Enrique R. Rodriguez, en el se encuentra la capilla de San Benito con una fuente redonda, el palco de la música y la iglesia parroquial de Santa María.
En la casa Consistorial, obra del arquitecto Palacios, sellamos nuestra credencial.
De Porriño a Redondela siguiendo por la N-550, la carretera tiene mucho tráfico, algunos automovilistas nos reconocen y hacen sonar sus cláxones a modo de saludo.
Caminamos hacia la iglesia de Santa María de Mos, cuya torre devisamos.
Comenzamos a subir la Rúa dos Cabaleiros, coronada la misma volvemos a encontrar otro crucero, denominado crucero de los Cabaleiros o del Cristo de la Victoria.
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